sábado, 8 de febrero de 2014

Alone Together

Te crees que tu situación emocional está mejorando, que le estás olvidando, que hay nuevas esperanzas. Estas ilusionada. Inspirada. Notas como una nueva persona se apodera de ti, o eres tú misma que estás cambiando. Hasta que te das cuenta de que es sábado por la noche, no para de llover, y nadie se ha molestado en interesarse por ti. Y te quedas en casa comiéndote los mocos y viendo esa película tan asquerosamente bonita y absurda en la que te gustaría que se inspirara tu vida. Pero no.

domingo, 2 de febrero de 2014

Estúpida y devastadora música.

Vas en el metro y tienen que poner esa canción. Pones el aleatorio, y no podría sonar otra, tiene que sonar ESA. Y aun así no tienes la fuerza para borrarla. Y estás en una fiesta, justo en el momento donde ponen esa música lenta para que todos los borrachos enamorados disfruten, y no podrían elegir otra canción, joder.

En uno de esos momentos supe que no lo había superado. Y que posiblemente no lo haría jamás.

Cuando veis a una chica que rompe a llorar en el metro, soy yo. Romper a llorar, me encanta esa expresión. No rompes a comer o a limpiar. Rompes a llorar y a reir, estallidos de emociones. Últimamente yo no rompo a reir demasiado, la verdad.

En fin, sigue siendo una canción increíble y devastadora a la vez.

I need another story, something to get out of my chest.
Impotencia.

 La que te entra cuando vuelves a fallar. A fallarle. A fallarte. Y es horrible. Porque, cuando por fin lo has encontrado, a tu otra mitad perdida, lo pierdes. Y es que eres gilipollas, no sabes como manejar la  situación por sencilla que sea.

Y esto me pasó a mi.

Estaba colada por el típico imbécil de turno, y derrepente me encontré con otra persona. Mi persona. Y tenía novia. Pero yo sentía algo, y sabía que para él yo no había pasado desapercibida. Con el tiempo dejo a esa chica, y empezamos con el tonteo adolescente. Adorábamos la misma música: Red Hot Chilly Peppers nos flipaba, The Rolling Stones, SOAD, Imagine Dragons, Tote, y un largo etc de grupos y cantantes tan diferentes pero tan increíbles a la vez... Los mismos libros, películas, aficiones, joder.

Y un día se cansó de que fuera tan infantil, y ahí descubrí que era otra persona no yo, porque que fuera una niña pequeña era lo que más le encantaba de mi.

Nunca sabrá lo mucho que significaba para mi. Y me sigue saludando como si nada, dándome dos besos. Ojalá supiera que cada vez que se acerca a mi, me rompe un poco más por dentro... Ojalá. Ojalá volvieras.

miércoles, 29 de enero de 2014

Hope.

Que alguien me explique por qué todo me ilusiona tanto, y después siempre acabo rota por dentro.

viernes, 24 de enero de 2014

Sensaciones.


La palabra ''empotrar'' suena bien. Desatarte con alguien. Soltar la presión. Agarrarte con fuerza. Todo es físico. Placer. Nada de sentimientos ni cosas de esas señores, sexo. Y al terminar te relajas, y vuelves a la vida un poco más descargado. 

Aunque la verdad, nada es comparable a cuando alguien que quieres se pone nervioso al tocarte. La piel de gallina. Se te secan los labios, y que sepas que la otra persona está igual o más de alterada que  tú, te hace enloquecer. Y de repente, se os pone el corazón en la garganta, pero vuelve a bajar. Y todo fluye. Y todo va bien. Y no es que te descargues, es que con el amor ninguna carga importa demasiado.

Sin nombre.

Qué ojos. Qué voz. Es la persona perfecta. ¡Y qué demonios, qué culo! Vuelve a mirarme. Préstame al menos la mitad de la atención que yo malgasto en ti. Ya lo sé, a ti también se te ha venido a la cabeza la imagen de esa persona.

A veces no creo ni que sea amor, ni atracción, ni obsesión, no se... Es un tipo de fijación la que todos tenemos con una persona. Mi fijación está siempre en lo improbable, cómo no. Y desde hace algún tiempo, más del que me gustaría reconocer, no podía dejar de pensar en un chico, algo gilipollas como todos. 

Ya ni recuerdo como empezó, o quizás no quiero esforzarme en recordarlo. Él se fijo en mi mucho antes de que yo pensara si quiera en darle una oportunidad. Siempre atento, obviamente no a mi, si no a que yo pensara que si que era a mi. Nunca me dejaré de preguntar que querría, si una amiga o si empotrarme como si no hubiera un mañana.

La cosa es que un día me habló, y sonreí, y ahí supe que había logrado su objetivo: engancharme. Ahora era yo la interesada, la pesada. Y por a o b, nunca pasamos de hablar. Y él perdió el interés. Y yo no paraba de mirarle nunca. Y él piensa seguramente que estoy desequilibrada. Y yo me odio por no decirle que es por su culpa. Hijo de puta. 

Y cómo será su vida.


Bajita de mirada triste. Me pregunto en que irá pensando. Aquel chico con cara de fumado que escucha música en sus auriculares. A dónde irá con ese pantalón por las rodillas. O la viejecita de la esquina. Qué hará allí viendonos pasar a todos cada mañana a las 8 con nuestras mochilas para el instituto. 

Millones de personas y cada una es una historia. Y precisamente yo tengo que preocuparme por todas. Cada detalle me hace pensar algo. Me pregunto por qué una de mis amigas llevará siempre el pelo suelto, podría ser que no le gusta su frente, o es una barrera donde se esconde de las demás personas. Es tan callada.

Hoy no ha venido la profesora de filosofía y ha venido el de mates para sacarnos a la calle. Somos mayores para decidir que hacer con nuestra vida, pero no lo suficiente para atravesar la puerta que separa el instituto de la calle. A lo que iba: Mi profesor de matemáticas es un hombre alto, ancho, imponente, aunque con una vocecilla chillona que no va con él ni de lejos. Hay mucha crisis y recortes, así que derrepente además de impartir mates, enseña ciencias y edicación física.

Como decía este hombre, como todos, me intriga muchísimo. Y hoy cuando nos estaba sacando me quede atrás y le oí suspirar muy profundamente. Un suspiro que decía más de lo que podría expresar con palabras. Lento. Fuerte. Débil, a la vez. Sé que le caemos bien aunque seamos unos trastos, así que no era por nosotros. Él estaba cansado de algo. Y una vez más me quede imaginando como sería la vida de este hombre.

Podría estar casado con una mujer irritante a la que no quiere realmente. O vivir con su madre soñando con alguien que algún día perdió. O ¡por qué no! podría ser feliz con su vida, como quiera que fuera. Y realmente espero que sea la última de las opciones, y que ese suspiro fuera tan solo de cansancio físico. Aunque, no lo creo realmente.